Es una decisión complicada cuando decidimos cambiar la pintura de nuestra vivienda y dale un aspecto más limpio o nuevo. Antes de dar una nueva capa de pintura debemos darle a la pared una capa de pintura base para que la capa de pintura que se va a ver se adhiera mejor. En la mayoría de las ocasiones nos preocupamos más por el color que queremos dar a nuestras paredes que por el tipo de material del que está compuesta la pintura, lo cual al final va a ser lo que le de la textura y el tono a la estancia. Dependiendo del tipo de pintura que elijamos se adaptará de una forma u otra a la propia pared, existen varios tipos de pintura para interiores:

Las pinturas base son pinturas muy económicas que valen para preparar la superficie de las paredes antes de volver a ser pintadas. La función de este tipo de pinturas es suavizar y alisar la pared para que la posterior capa de pintura se adhiera más fácilmente. Tras dar esta capa de pintura, encontramos otros muchos tipos para dar el acabado a nuestras paredes.

Uno de los tipos de pintura que suelen usarse para paredes y techos de yeso es la pintura al temple. Esta permite hacer un acamado con la textura que quieras darle, como el gotelé. Es una pintura económica y fácil de extender, la desventaja de este tipo de pintura es que no se puede aplicar a paredes que tengan humedad ya que se formará moho y quedará un mal acabado. 

Sin embargo, sin duda alguna la pintura por excelencia para interiores son las pinturas plásticas. Se caracterizan por ser resistentes al agua, secarse rápido, apenas producir olores y al igual que la pintura al temple es fácil de aplicar. En este caso tenemos tres tipos de acabado: brillante, satinado y mate, elegir uno u otro tipo de acabado depende de la pared en que lo apliquemos y la luz que haya en esa habitación.

Con los mismos tipos de acabado encontramos las pinturas sintéticas. A diferencia de las anteriores este tipo de pintura no se puede usar sin haber aplicado una base anteriormente sobre la pared. Se caracteriza por ser más resistente al paso del tiempo que el resto y a la suciedad, con lo que podremos pintar nuestra vivienda cada más tiempo.

Estos son los tipos de pintura más usados en el interior de las viviendas, pero existen otros muchos tipos de pintura que también podemos usar para ciertas zonas como por ejemplo las pinturas antihumedad, anticondensación o antioxidantes. Para obtener un acabado diferente a nuestras paredes podemos elegir una pintura vinílica, al aceite, de imprimación o de esmalte sintético o de agua entre otros, de esta forma obtendremos un acabado diferente al que encontramos cotidianamente en las casas.